martes, 11 de agosto de 2009

Martes 11 de agosto

¿Valores nada más?

Cuando se habla de lo que le falta a este país para salir adelante, aparece frecuentemente el tema de los "valores". "Este país necesita valores". "En mis tiempos había otros valores". "Ya no quedan valores".

Es necesario aclarar una cuestión primero. Todos tenemos valores, siempre hay valores, nunca faltan. La madre abnegada que vive por sus hijos tiene valores, pero el estafador y el narcotraficante ambiciosos también. Implica que debemos aclarar ante todo a qué valores nos estamos refiriendo.

Pero aun así no hemos solucionado el problema. Porque si hiciésemos una lista de los valores que deberíamos tener y fomentar –por ejemplo, dedicación, esfuerzo, claridad de objetivos, perseverancia, sacrificio–, podríamos atribuírselos tanto a la persona que hace bien como a la que es obviamente nociva para la sociedad, como en los ejemplos anteriores.

Es que los valores aislados y enunciados en el vacío abstracto y puro de las ideas, son inútiles y llevan al engaño. Lo que importa es la persona que encarna esos valores y para qué los usa. En el caso de un político, por ejemplo, qué valores usó para alcanzar el cargo desde donde propiciará los valores. Basta con fijarnos en la larga lista de políticos y políticas que llegaron al poder proponiendo cambiar todo lo que estaba mal, cómo hicieron para llegar (a quiénes usaron y a quiénes destruyeron) y su accionar una vez que llegaron.

El libro, o conjunto de libros, que seguimos los judeocristianos proclama principios y valores, pero por sobre todo nos muestra descarnadamente las vidas de hombres y mujeres que los encarnaron, sus victorias y fracasos, sus grandezas y miserias, y ese material es el que nos estimula a emularlos en lo bueno que hicieron, y a aprender de sus errores. Gracias a Dios, Moisés, José, Samuel, David, Daniel, Ester, los apóstoles, María nos hablan desde la historia con sus vidas reales y no con discursos.

Más que hablar de valores en la pureza ideal donde todos coincidiremos inútilmente, busquemos las personas que hacen lo que hay que hacer, sin necesidad de declamar por qué lo están haciendo.

Alejandro Field

Alejandro Field es miembro de la Mesa Interreligiosa del Conurbano Norte de la Coalición Cívica y uno de los conductores del programa radial "De espectadores a actores ".

Nota: Esta reflexión es un aporte al diálogo entre la fe y la política y no implica ninguna relación del autor con la Coalición Cívica. Para suscribirse al servicio gratuito de reflexiones diarias sobre la política desde la fe, envíe un mensaje en blanco a: elcorazondelapolitica-subscribe@gruposyahoo.com.ar

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