lunes, 12 de octubre de 2009

Lunes 12 de octubre

De artistas y profetas

Chau Negra

En ocasión de la muerte de Mercedes Sosa, el 4 de octubre de 2009

Walter Brueggemann escribió La Imaginación Profetica en los años ´70 en Estados Unidos de América. Desde ese libro, y desde ese país, hizo un descarnado análisis de la función de los profetas bíblicos, haciendo hincapié en Moisés como profeta DINÁMICO esperable y David y Salomón como reyes ESTÁTICOS que iniciaron el camino de caída del pueblo judío, hacia una nueva cautividad en Babilonia, varios siglos después. El estatismo de estos reyes, que casi denuncia Brueggemann, se relaciona con el continuo copiado de las costumbres de los reyes paganos/idólatras vecinos, que reemplazó a la comunidad alternativa de YAVEH propuesta por la Biblia desde el inicio del Éxodo. El autor se hace fuerte con los textos bíblicos que muestran a Dios rechazando la idea de que Su Pueblo especial tenga un rey como los otros pueblos ordinarios: Su Pueblo debería ser una comunidad, no una monarquía.

El texto que sigue es parte de un intento de análisis mayor que hicimos del libro de Brueggemann, para la materia Antiguo Testamento II, del Bachillerato Universitario en Teología de FIET , a pedido de nuestro profesor (y después amigo) Juan Carlos Carrasco . Hemos realizado pequeños cambios para facilitar la lectura de este fragmento.

Todo cambia
Autor: Julio Numhauser
Popularmente cantada por Mercedes Sosa

Cambia lo superficial,
cambia también lo profundo;
cambia el modo de pensar,
cambia todo en este mundo.

Cambia el clima con los años…
cambia el pastor su rebaño,
y así como todo cambia
que yo cambie no es extraño.

Cambia el mas fino brillante
de mano en mano su brillo,
cambia el nido el pajarillo,
cambia el sentir un amante.

Cambia el rumbo el caminante
aunque esto le cause daño,
y así como todo cambia
que yo cambie no es extraño.

Cambia todo cambia,
cambia todo cambia…
Cambia todo cambia,
cambia todo cambia.


Cambia el Sol en su carrera
cuando la noche subsiste.
Cambia la planta y se viste
de verde en la primavera.

Cambia el pelaje la fiera.
Cambia el cabello el anciano,
y así como todo cambia
que yo cambie no es extraño.

Pero no cambia mi amor
por mas lejos que me encuentre
ni el recuerdo ni el dolor
de mi pueblo y de mi gente.

Lo que cambió ayer
tendrá que cambiar mañana,
así como cambio yo
en esta tierra lejana.

Walter Brueggemann habla del cambio y el dinamismo, contra la religión estática, mientras analiza la relación entre los hebreos en Egipto y el imperio del faraón. El solo intento de cambiar los paradigmas es causa de acusación por parte del sistema imperial. Mucho más cuando el profeta avanza con imposibles, con propuestas difíciles de poner en práctica. Juicio y burla es la receta faraónica. Pero, el verdadero profeta sabe que es un sembrador de horizontes y hacia allí dirige la mirada de su gente. "La imaginación al poder" contra el poder que no quiere imaginar nada nuevo. Moisés lo tuvo claro y encaró para el desierto. Salomón lo tuvo claro y buscó desesperadamente cuidar que todo quede igual.

Entonces dispara un dardo duro de aceptar y escribe: Por eso es por lo que todo régimen totalitario siente miedo de los artistas. (Pág. 52). Los artistas hacen de profetas cuando los que están llamados a serlo duermen la siesta imperial. Luego, cuando despiertan, acusan de satánicos a aquellos que (¿involuntariamente?) fueron usados por Dios. Triste espectáculo. Pero lo más perverso es la forma en que el sistema busca formas de asimilar a estos profetas informales, y adecuarlos a sus necesidades. Y así multiplicar el silencio.

¿Por qué rescatamos este texto para homenajear a La Negra Sosa? No hemos sido grandes admiradores suyos, no hemos asistido a ningún recital, pero SI nos hemos emocionado mucho con su obra, y escucharla nos trae a la memoria los aromas de 1983. Ella es parte de nuestra vida y de nuestra vida en libertad.

En una época en que muchos religiosos dicen ser profetas, pero trabajan de adivinos, los artistas populares deben asumir un rol profético: avisar al pueblo que si no cambiamos nos vamos a los caños. Invitar al arrepentimiento. Gritar. Decirlo en el lenguaje que el pueblo entienda. Porque si las palabras no las entiende es como que nadie le haya predicado y si nadie le predica, ¿cómo entenderán?

Entonces, queremos destacar el papel profético de La Negra y de sus canciones, el ayuda memoria histórico que resultó su camino: ayuda memoria ayer, de que estábamos mal; ayuda memoria hoy, de lo mal que la pasamos, para no tropezar otra vez con la misma piedra.

Y en esta tarea de reconocerla como profeta, reconocer también en su vida estas cuestiones que destaca Brueggemann: los intentos del sistema de absorberla para inocular su DON. Por eso, hemos decidido no prestar atención a esas últimas imágenes de un naufragio, cuando el sistema náufrago la sentó en un escenario gubernamental, la acarició y la hizo (eso pensaron, claro) suya.

Adiós querida profeta, te vamos a extrañar en estos tiempos en que alguien debe gritar o cantar: ¡ARREPIÉNTANSE, si no nos hundimos! O, para decirlo más poéticamente: Cambia, todo cambia. Por más que el sistema se esfuerce en asimilar a los que vocean el cambio. Hecho está.

Andrés Eidelson

Andrés Eidelson es estudiante de teología en el Instituto Teológico FIET y miembro de la Iglesia Presbiteriana San Andrés en el barrio de Belgrano, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fue uno de los creadores y conductor durante las primeras siete ediciones del programa "De espectadores a actores" .


Nota: Esta reflexión es un aporte al diálogo entre la fe y la política y no implica ninguna relación del autor con la Coalición Cívica. Para suscribirse al servicio gratuito de reflexiones diarias sobre la política desde la fe, envíe un mensaje en blanco a: elcorazondelapolitica-subscribe@gruposyahoo.com.ar

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