martes, 10 de noviembre de 2009

Martes 10 de noviembre

Zilda Arns

Contra el comité universal de obstáculos, con el vocinglero telón de fondo a favor y en contra del aborto, una médica pediatra se ocupa con enorme éxito de los niños nacidos vivos en la pobreza, o sea la inmensa mayoría en el mundo

El otro día me llamó un editor del diario O Estado de Sao Paulo para pedirme que hiciera un reportaje sobre una celebridad brasileña que iba a estar en Montevideo. "La mujer se llama Zilda Arns, y aquí es muy famosa", me dijo, para convencerme de la misión que estaba a punto de encomendarme.

Sólo por una cuestión de escala, en Brasil los famosos son muy famosos. Pero lo cierto es que yo no conocía a Zilda Arns. Sin embargo, apenas la googleé –¡qué fácil es el mundo hoy gracias a Google!- Zilda resultó algo más que una mujer famosa en Brasil. Es una celebridad con más de 20 premios internacionales y una seria candidata al Premio Nobel. Su alcance de popularidad hizo que en 2005 estuviera ternada con Ronaldo en los prestigiosos premios Brasil.

Zilda es médica pediatra, tiene 74 años, y cuando sus múltiples actividades se lo permiten, vive en Curitiba. En 1982 recibió "una llamada de Dios". En realidad, era una llamada de su hermano, el arzobispo Paulo Arns Neumann, quien se encontraba en Ginebra entrevistándose con el director mundial de UNICEF, John Grant. Brasil atravesaba entonces una situación muy grave. La tasa de mortalidad infantil en algunos lugares del país llegaba a 93 por cada 1.000 niños nacidos vivos. Forjada en los hospitales más pobres de Brasil, Zilda dijo "sí" sin pensarlo demasiado, casi como una reacción a la enorme cantidad de niños que se morían en su presencia. Cuando cortó se dio cuenta que estaba acometiendo una tarea casi imposible y que sólo tendría éxito si lograba reunir una gigantesca red de solidaridad.

Sin dinero y a puro carisma, Zilda Arns creó la "Pastoral de la Niñez", una institución que funciona con el padrinazgo de la Iglesia Católica brasileña. Veinticinco años después, en los lugares en donde opera la Pastoral la mortalidad infantil bajó a 11 por cada 1.000 niños nacidos vivos, una tasa similar a Uruguay y que constituye la mitad de la tasa promedio de mortalidad en todo Brasil. Veinticinco años después, la "Pastoral de la Niñez" atiende al 20% de los 9,6 millones de niños brasileños que viven en la indigencia. Un millón y medio de familias pobres y casi 100.000 mujeres embarazadas reciben el apoyo económico directo y la contención social de la institución bajo una metodología creada por la propia doctora Arns. Esta red implica el trabajo voluntario de 280.000 personas sobre la base de la capacitación de líderes locales. Una tercera parte de esos líderes tienen menos de 29 años, lo que se asegura la continuidad del proyecto por muchos años.

La Pastoral cree que puede ayudar a abatir aunque sea una mínima parte de las casi 11 millones de muertes de niños que se producen en el mundo [anualmente]. Por lo menos la mitad de esas muertes serían evitables con suero y agua provistos por alguien. Por eso se instaló en diecisiete países de las regiones más pobres de América Latina, África y Asia. La organización en Brasil ha crecido gracias a lo que Arns llama el "control social", la donación de empresas y personas, y la presión que la infraestructura ejerce sobre el Estado y el gobierno para que haga lo que tiene que hacer a partir del ejemplo práctico que hacen los propios voluntarios en su trabajo de campo.

No es una tarea sencilla, como se pueden imaginar. Es una tarea que todos los días empieza en una larga y empinada cuesta de incomprensiones, cuando no de indiferencias oficiales y extraoficiales. En el último año, la Pastoral de la Niñez recaudó casi 80 millones de dólares. Sólo uno de cada cuatro dólares proviene de empresas. El resto viene casi todo de aportes individuales, personas que no van a la iglesia ni temen ser excomulgadas por Monseñor Cotugno.

Zilda Arns llegó a Montevideo casi en secreto para hacer el lanzamiento de la Pastoral de la Niñez Internacional que tendrá sede en Uruguay. Para comprender el vía crucis que supone ayudar a los otros, ella cuenta a quien la quiera escuchar que debió sacar la institución de Brasil, porque las leyes allá no la dejan movilizar fondos y otros recursos materiales, como por ejemplo material educativo. En 2007, la burocracia brasileña le puso mil problemas para sacar del país casi dos toneladas de libros y folletería para otros países en graves problemas. En 2006, debió depositar fuera un millón dólares de un premio que recibió en la Universidad de Notre Dame en Chicago, porque las leyes financieras de su país le impedían mover el dinero en caso de depositarlo en una cuenta local.

Contra viento y marea, Zilda Arns sigue trabajando para que la niñez pobre sea menos pobre. "Hay que hacer algo, pero ese algo debe ser antes de los dos años. Si ese niño no se alimenta bien antes de los dos años, será un ser humano con graves problemas neurológicos, podrían sufrir diabetes y graves problemas de compresión el mundo". Tenemos que convencer a los gobiernos que nadie quiere ciudadanos así. Por eso deben intervenir y ayudarnos a ayudar", dice Zilda.

La presentación de la Pastoral de la Niñez Internacional se inaugurará junto a una filial uruguaya. Zilda Arns fue recibida por toda la plana mayor de Conferencia Episcopal y por el canciller Gonzalo Fernández. Entre sus acompañantes se encontraba Jorge Gerdau Joahnnpeter, el principal del Grupo Gerdau, la principal siderúrgica de Brasil, con más de 35.000 empleados de todo el mundo. Cuando le pregunté a Gerdau que aprendió al lado de Zilda Arns, él dijo: "Aprendí mucho. A cambio sólo estoy aportando mi experiencia de empresario". El grupo Gerdau entrega todos los años 282.000 dólares a las arcas de la Pastoral y junto con Red Globo y el banco HSBC son los principales socios de la institución.

Este modelo de cooperación público-privado va a tener que reproducirse en Uruguay, si es que la Pastoral de la Niñez quiere funcionar con éxito. En abril de 2009, Zilda volverá para comenzar a trabajar en las primeras líneas de acción internacional, instalar la sede en Montevideo, y planificar la capacitación de líderes locales para dar asistencia a la Iglesia Católica uruguaya. Su llegada al país representa una revitalización para los curas uruguayos que hoy están en el ojo de la tormenta por el debate de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva. Padeciendo un largo proceso de desmovilización, la Iglesia debe enfrentar la competencia por la fe de las personas con más de 70 ofertas religiosas, de mayor o menor seriedad. Una gran parte de la población ve al movimiento católico como un factor reactivo, anclado en preceptos que no se ajustan a la realidad. Los abortos existen y seguirán existiendo más allá de la ley que quiere legalizarlos y más allá de las doce semanas que marca la ciencia como un antes un después para la vida. En todo caso, excede la voluntad del presidente, y de los respectivos lobbies a favor y en contra.

Zilda Arns tiene posición contraria respecto a la legalización del aborto, un tema que también ha estado en la agenda política de Brasil en los últimos meses. Pero más allá que vaya a pasar con la normativa, ella insiste con su lógica implacable en que antes que cualquier otra cosa habrá que pensar en hacer algo con los niños que sí nacen y son la inmensa mayoría de las concepciones. Quiero decir que no siento particular empatía por la Iglesia Católica, a lo mejor porque me eduqué en sus colegios. Pero no puedo dejar de sentir admiración por Zilda Arns y su activo pragmatismo, su vívido sentido del aquí y ahora, esa expresión tan brasileña que no tiene traducción en ninguna parte del mundo.

[tomado de http://www.observa.com.uy/osecciones/ociudadano/Blog_nota.aspx?id=63603]

Antonio Álvarez

Nota: Esta reflexión es un aporte al diálogo entre la fe y la política y no implica ninguna relación del autor con la Coalición Cívica. Para suscribirse al servicio gratuito de reflexiones diarias sobre la política desde la fe, envíe un mensaje en blanco a: elcorazondelapolitica-subscribe@gruposyahoo.com.ar

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