lunes, 29 de junio de 2009

Lunes 29 de junio

Cansancio patriótico

Ayer, como cientos de miles de autoridades de mesa y fiscales partidarios, tuve el privilegio de participar, junto con millones de electores de mi país, de una de las elecciones más importantes de la historia argentina. El día de ayer y la mañana de hoy reflejaron esas quince horas de servicio en lo que a mí me gustaría denominar como "cansancio patriótico".

Es que, cuando pensamos en "el corazón de la política", estas elecciones dejaron al descubierto el tipo de política que muchos predican y practican. También muestra algo más profundo todavía: el corazón de cierta clase de políticos. La convocatoria anticipada de las elecciones –contraviniendo el orden institucional en busca de una especulación egoísta– y las listas de candidatos testimoniales –que se ofrecen para cargos que no ocuparán– dejaron en evidencia el espíritu antidemocrático más profundo y cínico: usar aspectos exteriores y formales de la democracia para alterar la esencia de la práctica democrática, que es respectar la voluntad del pueblo.

De aquí surge otro tipo de "cansancio patriótico", el cansancio de la gente que empezó a rebelarse contra estas maniobras fradulentas y mezquinas. La participación de más fiscales, conscientes de que el voto no alcanza sino que hay que cuidarlo, fue un importante indicador y un gran responsable también de los resultados.

Quisiera terminar esta breve reflexión con un incidente que ocurrió el miércoles 24 de junio pasado, unos días antes de las elecciones, relatado por uno de sus participantes, la Dra. Donata Chesi:

La convocatoria circuló por cadenas de e-mails y mensajes SMS. Un grupo de vecinos con la consigna "De habitantes a ciudadanos" organizaron un breve acto público en la plaza municipal de San Isidro, con la presencia del rabino Sergio Bergman. Aquella misma plaza y el mismo orador donde hace unos meses se reunieron miles de personas clamando por justicia y seguridad. Esta vez éramos pocos (unas cien personas), pero teníamos un acompañamiento: un grupo de encapuchados munidos de grandes bombos, hacían un furioso y rítmico estruendo. Los que estábamos allí, al finalizar el discurso de los organizadores, giramos sobre nuestros talones y tarareando rítmicamente "par-ti-ci-pa-ción", enfrentamos al grupo de cobardes encapuchados y logramos que se fueran corriendo. Mi enojo por el atropello de estos grupos organizados enviados vaya a saber por quién (aunque tengo mis sospechas) pasó a ser una sensación de victoria. Pensé: "ladran Sancho, señal que cabalgamos". En ese momento, sin duda, habíamos dejado de ser habitantes para actuar como ciudadanos decididos a no dejar espacios para que los violentos, los corruptos, se apoderen de nuestros derechos.

A nadie le gusta el cansancio, pero hay cansancios buenos y productivos. El de esta mañana es muy bueno y muy productivo.

Alejandro Field

Alejandro Field es miembro de la Mesa Interreligiosa del Conurbano Norte de la Coalición Cívica y uno de los conductores del programa radial "De espectadores a actores ".

Nota: Esta reflexión es un aporte al diálogo entre la fe y la política y no implica ninguna relación del autor con la Coalición Cívica. Para suscribirse al servicio gratuito de reflexiones diarias sobre la política desde la fe, envíe un mensaje en blanco a: elcorazondelapolitica-subscribe@gruposyahoo.com.ar

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