viernes, 19 de junio de 2009

Viernes 19 de junio

Reflexionemos y evaluemos

Se nos ha enseñado que: "El pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes". Escoger quien nos represente no es una tarea sencilla. La calidad del sufragio incide directamente en la calidad de vida que tendremos. Necesitamos saber quiénes son ellos, qué es lo que proponen y ver si defenderán los intereses de los electores.

Tengamos cuidado con la propaganda engañosa. Los formadores de opinión, los constructores y vendedores de imagen tienen la habilidad, si de mal proceden, de "vendernos gato por liebre". Los candidatos puede ser un producto de los medios de comunicación que nada tiene que ver con lo que realmente son, hacen y harán. Puede haber un abismo entre lo que prometen y lo que cumplen.

Veamos a qué partido pertenecen, cuál es la filosofía que sostienen. Cuáles son las aptitudes personales, morales, éticas e intelectuales de las personas propuestas. Cuál es su historia familiar, su experiencia y capacidad para desempeñarse en el puesto que desean ocupar.

Entérese de los programas que ofrecen y vea si responden a los valores del evangelio del reino de Dios. Tenga cuidado con las influencias. Las encuestas marcan tendencias, pero no son una guía valedera para decidir el voto.

Por otro lado, y en estos tiempos, las alianzas son como los pies de la imagen que interpretó Daniel, el hierro y el barro: están juntos pero no se unen. Por eso "en parte son fuertes y en parte son frágiles". Estar juntos no es estar unidos.

Como cristianos se nos pide cambiar de vereda, de espectadores a protagonistas. El voto por sí solo no alcanza para cambiar una realidad. La oración y la acción deben ir juntas. Cuando ore, tenga en cuenta la fuerza de los débiles, para que Dios los guíe. A veces los que deciden quiénes saldrán electos son los millones de personas que carecen de educación, los indigentes, los desocupados; duele ver cómo se usa la pobreza como instrumento de dominación. E l "voto cautivo" corresponde a los estructuralmente carenciados que cambian el presente y futuro generacional por migajas.


Juan José Churruarin

Juan José Churrurarin es pastor de la Iglesia Congregación Cristiana de Goya, provincia de Corrientes.

Nota: Esta reflexión es un aporte al diálogo entre la fe y la política y no implica ninguna relación del autor con la Coalición Cívica. Para suscribirse al servicio gratuito de reflexiones diarias sobre la política desde la fe, envíe un mensaje en blanco a: elcorazondelapolitica-subscribe@gruposyahoo.com.ar

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